Martín de Braga odiaba a los dioses griegos porque no deberían haber puesto sus nombres para los siete días de la semana, porque eran malvados, brujos y adúlteros.
En el mes de junio a Martín de Braga le ocurrió una cosa que el nunca esperaba que le fuese a pasar.
El Martes se encontró con Marte, cara a cara, y tuvieron una discusión muy fuerte. Como su propio nombre indica, que es el dios de la guerra, Marte quería luchar contra Martín de Braga, pero este era tan listo e ingenioso que se las arregló como pudo para no tener que luchar sin quedar en ridículo y sin que la gente pensase que era un cobarde que no se atrevía a luchar.
El Miércoles fue al mercado para hacer su compra habitual de todas las semanas y se encontró con Mercurio, quien fue directamente a él diciéndole muchas barbaridades. Martín, que iba tan pacífico al mercado no daba por hecho que se iba a encontrar con Mercurio. Martín como pudo también se pudo escaquear de este y volvió para casa sin la compra.
No pudo dormir por los dos sucesos que habían ocurrido y se sentía mal pero a la vez contento de haberles plantado cara.
Era de madrugada y decidió irse de paseo. En este paseo se encontró con Júpiter. Aunque Martín no se lo llegaba a creer este le saludó y siguió su camino porque al fin y al cabo no le guardaba tanto rencor a Martín como los demás.
El viernes se encontró con Venus y a esta, a pesar de que era la diosa del amor también le gustaba cotillear. Le quiso dar un beso a Martín, pero este se apartó. También se quedó extrañado, como el día de antes con Júpiter. Luego Venus le contó que ella le fue infiel a su marido con Júpiter en la madrugada del jueves al viernes.
Esta vez, Martín si que pudo dormir y al día siguiente ni tenía sueño, ni estaba cansado, estaba resplandeciente.
Fue a casa de un amigo, y este pidiéndole un favor, le dijo que su mujer estaba enferma y que si por favor podía ir al campo a coger los tomates y las patatas que ya les tocaba y a plantar judías verdes.
Este haciéndole un favor, fue al campo. Allí tuvo unos cuantos problemas y en medio de estos problemas se encontró con Saturno que era el dios de la agricultura y de la cosecha, que al parecer no le guardaba mucho rencor y le ayudó a coger los tomates y las patatas y a plantar judías verdes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
Datos personales

- Sandrita
- Tengo 11 años, nací el 30/05/1997. Me gusta jugar con mis amigos, ver la tele y estudiar para sacar buenas notas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario